domingo, 12 de abril de 2020

Ciencia en Colombia

En estos tiempos de indignación virtual por prácticamente cualquier cosa y donde la pandemia tiene a todo el mundo opinando de biología molecular, genética y epidemiología, aparecen también los comentarios por las vacunas, el diagnóstico y la investigación científica. Es un fenómeno interesante porque de no ser por el coronavirus, la palabra "investigación" jamás habría aparecido en medios de comunicación en este país, salvo para anunciar que ahora tenemos un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Sin embargo, dadas las circunstancias hay muchísimos comentarios sobre los reactivos, los equipos, los kits, la importación, la velocidad para sacar una vacuna, en fin, todo.

Investigar en Colombia siempre ha sido difícil. No importa qué corriente política o económica quiera uno seguir, la ciencia es increíblemente costosa. Para mi tesis de maestría utilizaba unos kits para aislar células madre que eran de uso muy frecuente: dos frascos de 10 ml cada uno y costaban diez millones de pesos. Para aislar las células necesitaba además una gran cantidad de otros reactivos, unas columnas de separación (una especie de filtros muy pequeños) tubos plásticos en cantidades industriales y la infraestructura del laboratorio. Para hacer los virus necesitaba células, material genético, un reactivo costoso y un kit para saber si los virus eran efectivos o no. Guantes, batas, polainas y gorros. Una cámara de flujo laminar, una centrífuga, un microscopio. Un citómetro de flujo que costó aproximadamente 1000 millones de pesos y sin el cual, la investigación en sí no era nada, porque ese equipo increíble era el único que me permitía saber si había aislado las células correctamente, si las había podido modificar genéticamente y si seguían vivas o no. 

Como es de imaginarse, cuando un sector al que nadie le presta atención requiere inversiones tan altas, las cosas no son fáciles. Y es que el problema no es sólo el dinero, porque hay proyectos de investigación que se financian pero además hay políticas de importación para los reactivos que no nos favorecen, no siempre se pueden garantizar las condiciones de envío, los tiempos de importación son infinitos, hay reactivos que no se pueden comprar y uno debe recurrir a la versión casera que toma el triple del tiempo. No todo depende de la voluntad del investigador. No es simplemente servir un montón de líquidos en un vaso de precipitado y listo. No es solo llamar a una compañía en Estados Unidos, pedir los reactivos y esperar que lleguen. Hay precios altísimos, proveedores exclusivos, reactivos que no llegan acá. Un amigo mío pasó seis meses repitiendo el mismo experimento para darse cuenta al final que uno de los reactivos - que estaba nuevo - había llegado dañado porque se rompió la cadena de frío. Yo esperé unas secuencias de genes para los virus durante 4 meses, para luego de un mes de verificaciones, notar que me las habían enviado mal y luego esperé otros 3 meses para que llegaran las correctas. Una amiga tuvo que pasar 2 meses intentando replicar con fórmulas "caseras" un reactivo que viene listo de fábrica para poder seguir con los experimentos, porque no llegaba y nadie daba razón de él. Y solo estoy hablando de los reactivos para investigar, que aunque son similares, tienen procesos de importación y legalización en el país muy diferentes a los de diagnóstico.

El diagnóstico no es un juego y los ensayos clínicos tampoco. Estamos hablando de la vida de personas. No se puede utilizar un reactivo vencido o dañado y decirle a alguien que tiene una enfermedad que en realidad no tiene. Se requieren procesos estandarizados, protocolos estrictos y personal calificado para garantizar que cuando se procesan las muestras de tres personas simultáneamente, no va a generarse contaminación cruzada, no van a confundirse los resultados y la información será confiable. 

Tampoco se puede encontrar en células cultivadas en un laboratorio un compuesto que "tal vez" tiene resultados contra un agente infeccioso y pretender saltar a experimentar en humanos, como si una ligera evidencia fuera suficiente para jugar con la vida de las personas. La humanidad - en teoría - ha aprendido la importancia de todo esto después de eventos como la segunda guerra mundial y el desastre de la talidomida. Y por eso, se han construido normas internacionales para ensayos clínicos, comités de ética, programas de posgrado en el tema, por eso se deben diferenciar los reactivos de uso en investigación y los de uso diagnóstico. Los equipos, los reactivos, los kits y los protocolos para diagnóstico son diferentes y deben serlo. Por eso no basta con que alguien diga que tiene la capacidad o la voluntad de hacer estas cosas.

Claro, acá todo es más lento y complejo y si ya mencioné unos pocos problemas de la investigación básica, son de apenas imaginar los otros tantos con el diagnóstico o con la implementación de pruebas diagnósticas nuevas, por ejemplo. Es curioso que a pesar de todo eso, se esperen resultados inmediatos. Y ojo, no es que yo esté defendiendo al gobierno, porque muchos de estos problemas son precisamente por la falta de atención y el desconocimiento de todo lo que implica investigar. Es más una catarsis de alguien que ha intentado investigar en Colombia durante unos 10 años. 



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Por políticas internas casi siempre he preferido abstenerme de escribir sobre temas polémicos en este blog, básicamente porque nació como un...