domingo, 20 de enero de 2013

Las historias detrás de la música


El ejercicio de escuchar música puede ser tan superficial o tan profundo como uno quiera hacerlo y no hay nada mal ni bien en la forma en que se haga. Algunos se ven atraídos solo por la melodía, otros por la letra, otros por la combinación de los dos. Algunos saben de memoria el momento exacto en que se compuso la canción, el orden que tiene en el álbum correspondiente y la historia de la banda en el punto exacto en que fue un éxito. Creo firmemente que el trabajo de un artista es integral, los acordes son así por una razón, los instrumentos que se encuentran, la voz, la letra y creo también que la única forma en que uno puede apreciar realmente todo es considerando los factores completos. A veces una canción se convierte en el himno de una época de la vida, en la insignia de una persona, a veces emociona hasta las lágrimas y uno no entiende bien por qué. Quizás todo eso que está ahí, ubicado justo de esa forma y no de otra tiene un efecto sobre los recuerdos, sobre las ideas, sobre los sueños y toca fibras en uno que habían pasado desapercibidas. Me gusta averiguar - especialmente de las canciones que más me gustan - la inspiración y el contexto que tenía el artista al componer la canción. A veces aclara muchas cosas, a veces uno encuentra gratas sorpresas o no tanto, a veces cambia la perspectiva que uno tenía no solo de la canción sino también del artista. A veces es triste, otras veces es chistoso.
Estas son tres de las historias que más me han llamado la atención, de tres canciones que me gustan muchísimo:

1. Coldplay, The Scientist: mi amor por esta banda es completamente visceral, no sé si en términos musicales, de afinación o técnicos sea buena o sea mala, pero creo que hace parte de las cosas que más amo en la vida. Esta fue la primera canción que escuché de ellos y con el tiempo se volvió más especial, tanto que lloré cuando la cantaron en el concierto. Algunas fuentes dicen que Chris Martin estaba tratando de tocar en un piano “Isn’t it a pity” de George Harrison para trabajar sobre la canción y terminó grabando la melodía de The Scientist. Sin embargo, la banda afirmó en Storytellers que cuando estaban escuchando lo que habían grabado para el álbum “A rush of blood to the head” en un viaje hacia Liverpool se dieron cuenta que no servía nada salvo un par de canciones y que lo demás era terrible. Se les derrumbó el mundo y supieron que necesitaban algo valioso para el álbum. La canción parece hablar de un científico arrepintiéndose por su falta de tiempo para aprovechar con la mujer que ama, pero es probable que tenga un tinte importante de la desesperación por la falta de canciones que valieran la pena para el álbum en todo el tiempo de grabación que habían tenido ya. “Nobody said it was easy…I’m going back to the start”.


2. Matchbox twenty, 3am: esta canción es particularmente complicada de interpretar, porque parece ajustarse por pedazos a diferentes situaciones. El mismo Rob Thomas lo dice y afirma que eso es maravilloso, uno puede pensar en un amigo, en la familia o en el amor de la vida, sin estar muy seguro de qué habla exactamente. Cuando Rob tenía 12 o 13 años, a la mamá le diagnosticaron cáncer e iniciaron el tratamiento con quimioterapia. Cuando un familiar cercano - y especialmente alguno de los padres - está enfermo y uno tiene esa edad, hay muchas cosas que no entiende y que no mide. Él explicaba que no entendía bien por qué la mamá estaba así, enferma, por qué dormía todo el tiempo y tuvo que asumir un rol que en otras condiciones no habría sido necesario: tenía que cuidarse solo y cuidarla a ella. Ella, a pesar de la enfermedad y lo que ocasiona el tratamiento, a pesar de los miedos, los temores y la crisis, nunca deja de estar pendiente de él.
“She said: it's cold outside' as she hands me raincoat. She's always worried about things like that.”
“Well, Heaven she says: baby, well, I can't help but be scared of it all sometimes and the rain's gonna wash away what I believe in.”


3. Florence and the Machine, Shake it out: la letra de esta canción le llega a uno al alma de todas las maneras posibles. Habla de superar fantasmas del pasado, de arrepentimientos, de liberarse de una cantidad de sentimientos que no le permiten a uno caminar por la vida con libertad. Sin embargo, la historia de cómo Florence Welch compuso esta canción dista bastante - al menos como comenzó - de lo que uno podría imaginarse. Lo cierto es que Florence tenía un guayabo de esos que lo hacen a uno querer morirse y se sentía nublada por el dolor. Dice que comenzó a escribir sobre esa sensación de querer huir del dolor y no poder hacerlo o sobre el arrepentimiento de beber tanto para ganarse semejante malestar. La cuestión terminó hablando de sentimientos y sensaciones de impotencia en la vida, de liberarse de los demonios que lo persiguen a uno para poder tener otra perspectiva, lo cual es ciertamente algo mucho más profundo. Incluso la frase “shake it out” se le ocurrió para “sacudirse” del dolor de cabeza y pensar más claramente. Es curioso. Sin embargo, una de las mejores canciones para escuchar en momentos de crisis.
“Regrets collect like old friends, here to relive your darkest moments, I can see no way, I can see no way”
“I am done with my graceless heart, so tonight I'm gonna cut it out and then restart”
 “And it's hard to dance with a devil on your back so shake him off!” 


2 comentarios:

  1. Qué bueno que hayas puesto la historia de 3 am, esa canción siempre me ha parecido súper conmovedora, pero no entendía ni un pelo.
    Me encantan las canciones que cuentan historias, pero muchas veces, más que transmitir una historia, las canciones muestran como unos pantallazos y le mueven a uno cierto estado de ánimo.
    ¿Por qué estaremos programados para conmovernos así con la música?
    Qué nota de post.

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