Mañana será el estreno del
último álbum de Coldplay, Mylo Xyloto y estoy ansiosa por escucharlo. Confieso que
a pesar de lo mucho que me gusta esta banda, de todos los álbumes anteriores sólo
he sentido esta emoción con Viva la Vida. ¿La razón? Simple, antes no los
conocía mucho, no sabía nada de música, no me interesaba. Viendo en
retrospectiva, es increíble (teniendo en cuenta cómo soy ahora) que durante
mi pubertad poco me importara la música. Me tomó un buen tiempo explorarla lo suficiente para amarla tanto como ahora y me tomó también un buen tiempo
conocer a Coldplay. Nunca he dejado de reconocer que yo no los hallé sola, hubo
alguien que me enseñó sus canciones, que las compartió conmigo con una pasión
contagiosa, que me señaló y enseñó muchas cosas sobre ellos y sobre el proceso
de escuchar música, ponerle atención a la letra, ver qué tan maravillosa es la
melodía y degustar la combinación de las dos, como si fuera un plato preparado
muy especialmente por un experto chef. Amo profundamente la música y se lo debo
a esa persona, a quien le estaré eternamente agradecida.
Ya no soy la misma, el contexto
ha cambiado y mi amor por la música obtuvo alas propias. Incluso hay toda una
entrada en este blog que habla sobre eso, en especial porque
me costó bastante - y esto sí lo logré sola - vencer esos prejuicios
autoimpuestos sobre lo que es “verdadera música”. Hoy en día desprecio esa
categorización porque representó para mí un conflicto durante mucho tiempo. Los
gustos se respetan y sí, yo tengo un CD original de Britney Spears y uno de
Christina Aguilera y de vez en cuando los escucho completicos porque me gusta
bastante el pop. ¿Y qué?
Hay otra frase muy común que me
revuelve todo cuando la escucho: “no me gusta esa canción, es muy comercial.”
Me molesta realmente porque es una frase de cajón que utilizamos todos cuando
apenas conocemos un par de canciones de una banda. Yo la dije infinitas
veces, básicamente para aparentar que sabía del tema, que conocía la banda, en
resumidas cuentas, para jactarme de melómana y conocedora. Por estos días, muchos dicen eso sobre Coldplay incluyendo Viva la Vida. Cuando
pregunto por qué razón dicen eso, nadie da un argumento fuerte y contundente. Las
razones más famosas son: “no, porque le metieron ritmos electrónicos” o “no, es
que ya no son como cuando cantaban Yellow” o “es que ahora le gustan a todo el
mundo porque todo es más movido”.
Vamos a analizarlo con
detenimiento: comercial está definido por la RAE como: “Que tiene fácil
aceptación en el mercado que le es propio.” En otras palabras, decir que Viva
la Vida es muy comercial y otros álbumes antiguos como Parachutes no, es
completamente falso, teniendo en cuenta que Parachutes ocupa el puesto 12 de de
los veinte discos más vendidos del siglo XXI y ganó 7 discos de platino en su
lanzamiento. Si eso no es ser comercial, no sé qué es. Si lo que quieren decir
es que la banda hizo la canción o el álbum para vender, estoy de acuerdo, dudo
que uno se ponga en la tarea de componer canciones y grabarlas por “desparche”.
Yo asumiría que si uno está en una banda y quiere dar a conocer su música, espera
que haya ventas y gente a la cual le guste su trabajo.
¿No son como cuando cantaban
Yellow? ¡Claro que no! Muy aburrida una banda que se queda siempre en lo mismo.
En lo que yo veo, Coldplay comenzó su carrera (al menos comercialmente) con un
tinte un poco más melancólico, uno puede no hablar inglés y entender que
Trouble es una canción triste, casi puede percibirse escuchando sólo el piano.
Ahora, dígame que en los últimos álbumes ellos han optado por incluir ritmos un
poco más electrónicos y que a usted le gustan más esas canciones en que sólo
se escuchan el piano, la guitarra, el bajo y la batería acompañando la voz, eso
es completamente diferente. Coldplay no ha perdido su estilo ni ha dejado de
ser lo que es, le está apostando a cosas nuevas para no quedarse en lo mismo de
siempre, a algunos les gusta y a otros no, es así de simple.
¿Qué ahora les gustan a más
personas? Sigo sin ver el problema. No creo que sea contraproducente para una
banda ganar más fanáticos, no hay nada de malo en conocer a alguien que quizás
no haya escuchado mucha música de Coldplay ni tampoco en que le comience a
gustar hasta ahora. Recientemente la característica de ser fanático consagrado
fue tema de discusión de Juanita Kremer y Alejandro Marín en la X. Alejandro
decía que un fanático verdadero es aquel que tiene todos los discos, que sabe
todo sobre la banda, que ha ido a cuanto concierto ha podido y que se ha
gastado la plata que no tiene en ellos. Discrepo un poco, porque yo me considero
fanática de ellos y sólo hasta ahora estoy comprando los discos, antes no había
tenido la oportunidad, Coldplay significa muchísimo para mí aunque antes yo no
hubiese podido gastarme todo en ellos. No se trata de eso, amar una banda es
como sentirse parte de una familia, como si ellos expresaran todo aquello que
uno no puede por alguna razón, son una compañía y un apoyo. Son muy pocas las
bandas con las que siento esa conexión y esas pocas tienen un valor incalculable
en mi vida. Por eso me molesta que digan que Coldplay “ahora es muy comercial.”
Usted está en todo derecho de amar u odiar Mylo Xyloto, pero yo defiendo lo que
siento propio y lo defiendo a capa y espada.
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