De acuerdo con el registro fósil,
los mamíferos aparecieron en la tierra hace aproximadamente 200 millones de
años (m.a.) mientras aparecían nuevos dinosaurios a partir de un grupo de Tecodontos.
Los primeros mamíferos eran similares a los roedores actuales, se escabulleron
de lo que quiera que haya destruido a los reptiles gigantes y lo cual permitió
la proliferación y colonización del grupo. Los primates aparecieron hace unos
80 millones de años y se parecían a los lémures actuales. Los monos posteriores
presentaban las características más importantes del grupo aunque con
diferencias importantes de acuerdo a su ubicación geográfica. El primer
homínido fue el Australopithecus, una de ellos conocida como Lucy, que
aparentemente data de unos 4 m.a. y el género Homo aparece hace 2 m.a.
con una gran variedad de especies que presentan un patrón curioso: la aparición
de una nueva causa la desaparición de la anterior. Los homínidos eran
agresivos, mataban a la otra especie hasta extinguirla. El cráneo incrementa
considerablemente su tamaño conforme se acerca la aparición de nuestra especie
en la tierra, pero también la capacidad de destrucción.
Somos una especie violenta, lo fueron
nuestros ancestros y nosotros no nos quedamos atrás. Somos además una plaga,
nuestra población aumenta a un ritmo colosal y agotamos los recursos del
planeta progresivamente. Nuestro país está en guerra, lo ha estado por 50 años
y todos nos sentamos a buscar culpables, a señalar y a criticar en lugar de al
menos tratar de vivir en paz, hacer lo que está a nuestro alcance para aprender
a respetar opiniones y a tolerar a los demás. Nuestra sociedad se derrumba y
hay días como este, en que una marcha forma guerras tan increíbles como la de
los grupos armados en Colombia, con base en la ley moral de asistir a la marcha
o no, porque son de éstos o son de aquellos o son de los mismos o son de los
pobres o son de los de plata. Una marcha por los secuestrados, en la que en lo
último que se pensó fue en las víctimas reales de la guerra y por la cual se
armó una lucha peor en las redes sociales.
Hay días como éstos en los que parece cierto que el hombre es malo por naturaleza. Hay días como estos en los que se pierde la poca fe en la humanidad.
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