No entiendo qué
es lo que me pasa a mí con Shakespeare. Simplemente me encanta, me encanta leer
sobre él, me encanta leer sus obras y eso que no he leído tantas como debería
pero hay una fuerza magnética extraña sólo con su nombre que me llama. Así nada
más. No sé si es el inglés antiguo, no sé si es la nostalgia de una época
inmersa en las letras, no sé si es lo interesante de sus historias, no sé si es
la tragedia, la comedia y la historia.
“Enrique VIII”
fue la primera obra de Shakespeare que leí, era en inglés, parte de los libros
obligatorios del colegio. Pensé que sería increíblemente aburrido, lento y
desesperante pero no, en realidad lo disfruté mucho. Claro que la historia de
Enrique decapitando a sus esposas no es aburrida en sí, pero sembró mi interés
en Shakespeare.
Después, tuvimos
que actuar en “Macbeth”, también en el colegio. Leí la obra - esta vez en
español - y me gustó mucho también, luego la leí en inglés. Tuve que memorizar
fragmentos larguísimos porque yo interpretaba a Malcolm y muy a pesar de la
evidente diferencia entre el idioma que maneja la obra y el que empleamos hoy
en día, me encantó. Luego compré y leí “Hamlet”, “Romeo y Julieta” y “Sueño de una Noche de Verano”. Los compré inicialmente en inglés antiguo pero
ante la dificultad de entenderlo, lo compré en español a ver si aprendía un
poco. Un día también me entretuve en la librería Merlín con un libro de poemas
de Shakespeare, pero no pude comprarlo porque no tenía dinero. Y eso que - como
ya he mencionado - la poesía definitivamente no me mata.
Teniendo en cuenta
que Shakespeare escribió obras de teatro, siempre pensé que no sería el tipo de
escritor que imprime parte de sí en sus palabras, ese que uno cree conocer a
fondo sólo por evaluar lo que expresa, lo que dice o lo que piensa. Y es
cierto, él cuenta historias de otros, pero de alguna manera supongo que parte
de las suyas. No sé si el escritor será igual al individuo, no sé si ha creado
un personaje más que narra omnipresente lo que ocurre o si parte de él como
persona y no como escritor puede hallarse entre líneas. Me gusta pensar que sí,
me gusta pensar que es la única forma de conocerlo. No sé qué tiene, no sé si
son ciertos los rumores sobre la autoría de sus obras, pero lo que sí es cierto
es que no hay que perdérselas. Sólo me falta ver una de sus obras en teatro,
ojalá en inglés antiguo, ese que tanto me gusta.
A mí Shakespeare me enganchó unas vacaciones con Mucho ruido y pocas nueces.
ResponderEliminarMe encantan las historias con mujeres inteligentes a las que, como a la gente de verdad, no todo les sale exactamente como esperaban. Además, el humor de ese man es muy chévere.
Eso sí, no lo leí en inglés antiguo sino en español. No me le apunto a leerlo o verlo en inglés antiguo, creo que se me haría demasiado pesado. En inglés moderno con sólo algunas palabras y giros idiomáticos del inglés antiguo sí me gustaría.
Estoy de acuerdo contigo, muy a pesar de la distancia cronológica uno siente la historia más real que cualquiera.
EliminarEn cuanto al inglés antiguo, a mí me encanta. Al principio no entendía ni una quinta parte, pero mi lado amante de las misiones imposibles ganó.